martes, 19 de agosto de 2008

Fragmento de un fragmento (homenaje a Lucas Silva, in memoriam).


-Eso es sacrilegio, sabías...
-¿Qué? ¿Mear una iglesia?
-Sí, eso.
-No hay drama, soy jesuita, ésta es franciscana.
-Veo...
-Mirá, una mariposa.
-Está agonizando che, metela en la etiqueta, pará que saco el último pucho.
Prendo el último cigarrillo mientras el Flaco mete la mariposa en la etiqueta y me la entrega.
-Tomá, no sé para qué la querés.
-Te diría algo pero no lo entenderías hasta el año que viene. Tiene que ver con gatos y paradojas.
-No ni idea. Vamos volviendo.
-Vamos.
Y volvimos, y hubo invierno, y hubo Vivaldi, hubo más ginebra, hubo corazón roto, hubo orquestas y cosas que ya no importaban. Lo que creo nunca haberle explicado al Flaco es que más allá de la paradoja de Schrödinger, esa mariposa representa la dualidad de la existencia. Esa mariposa es la vida.

Escrito por UTC el 09/06/07, en referencia a un evento ocurrido casi exactamente un año antes.
Hoy, a poco más de un año después, el tipo viene a morirse sin terminar de explicarme lo de Schrödinger. O no.